El 16 de Marzo del 2018 se otorgó el título de concesión minera metálica a la empresa Minquest Perú, en la totalidad del área de la Montaña de Siete Colores (Vinicunca), ubicada en la Cordillera de Vilcanota. Sin embargo, decidieron renunciar a la concesión minera por la indignación y rechazo que causó la noticia.
La ONG CooperAcción, fue la que informó que la Montaña de Siete Colores fue concesionada por INGEMMET a favor de la empresa Minquest Perú, en el territorio propuesto como Área de Conservación Regional Ausangate. Asimismo, apuntó que el área concesionada se superpone a usos de conservación y manejo pecuario extensivo señalados en el mapa de uso de suelos del Plan Base de Ordenamiento Territorial.
La empresa minera Minquest Perú, cuya propietaria es la firma canadiense Camino Minerals, envió una carta al Gobierno Regional de Cusco para expresar que la empresa tiene un alto respeto y compromiso de preservación de los espacios culturales y turísticos de los que se representa Ausangate y Cusco. Además, de salvaguardar la integrad tanto del desarrollo cultural y turístico de esa área, como ícono representativo y cultural del país. Ante este problema, la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) se pronunció y sostuvo que la Montaña de Siete Colores es un atractivo excepcional.
La coloración de la montaña se debe a la abundancia de minerales que existe en el suelo y se puede comparar al Parque Geológico Zhangye Dangxia en China. Según señala Canatur, el flujo de visitantes a la Montaña de Siete Colores es creciente desde 2016 y ahora se estima en unos pocos miles.
Este ecosistema se presenta como una alternativa de empleo y de economía para la población local. Por lo que, la exploración minera hubiera sido perjudicial para el turismo y la población que se benefician de la Montaña.
El gráfico nos muestra que los visitantes extranjeros son los que llegan en mayor cantidad al departamento de Cusco, siendo la Montaña de Siete Colores uno de los principales destinos.