La empresa peruana de alta costura Kuna presentó su nueva colección de prendas de lana inspirados en los diseños Kené de la comunidad Shipibo – Konibo. Sin embargo, tuvieron que retirar la colección por haber sido cuestionada por la comunidad de haberse apropiado de su arte.

Los Shipibo – Konibo, forman parte de los pueblos indígenas de la Amazonía peruana, residen en los departamentos de Ucayali, Madre de Dios, Huánuco, Loreto y Lima. En Lima, se encuentran en el asentamiento humano de Cantagallo, ubicado en la ribera del río Rímac.

Esta comunidad que radica en la capital del Perú, sufrió un incendio voraz 2016 que consumió sus viviendas. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo desarrolló un proyecto en convenio con la Municipalidad Distrital del Rímac, para reinsertar en las actividades productivas a las mujeres bordadoras y pintoras de la comunidad Shipibo Konibo, con el fin de comercializar los productos Kené.

En este contexto, surgió una denuncia por plagio de diseños a la empresa textil Kuna, en su colección “Light – Alpaca 2017-2018”.

El diseño kené ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Nación. La empresa envió un comunicado, aceptando que se inspiraron en la tradición textil de la comunidad Shipibo – Konibo y estarían dispuestos a coordinar reuniones con las artesanas.

Este tipo de conocimientos tradicionales están protegidos por la Ley N°27811, que establece el régimen de protección de los conocimientos colectivos de los Pueblos Indígenas vinculados a los Recursos Biológicos, busca promover el respeto, protección, preservación de los conocimientos colectivos de los pueblos indígenas, además garantiza que el uso de los conocimientos colectivos se realice con el consentimiento informado previo de los pueblos indígenas.

En este caso, no se tomaron las medidas necesarias para proteger el conocimiento ancestral de la comunidad amazónica Shipibo – Konibo en ese momento.

Por otro lado, el Ministerio de Cultura e Indecopi, han decidido suscribir un convenio para poner en valor los conocimientos tradicionales de las poblaciones indígenas y garantizar sus derechos, a través de políticas públicas. Siendo útil para que no vuelvan a suceder eventos similares a lo de la comunidad Shipibo –Konibo con la empresa Kuna y a poner en valor sus conocimientos ancestrales.